Hoy en día, el voley playa se ha transformado en un deporte muchísimo más exigente que el que se practicaba en sus inicios. En la actualidad, la fuerza, la agilidad y el tener una buena estatura, son requisitos básicos para poder practicarlo.

El uso de las gafas de sol es especialmente importante para la práctica de este deporte. El voley playa se disputa en la playa, al lado del mar, y los reflejos solares en la arena pueden ser realmente molestos si no se usa una buena protección ocular. Además, el balón de voley suele ser blanco, por lo que los reflejos son aún mayores.

Cuando se juega sin gafas de sol, el jugador pasa más tiempo tratando de buscar el balón que golpeándolo y su capacidad de reacción se ralentiza cuando no puede ver bien y seguir bien la trayectoria del balón.

Para evitar todo esto, las lentes polarizadas se han convertido en la mejor elección.

Las gafas polarizadas se utilizan para eliminar el brillo del sol sobre el agua, al igual que sobre la arena, de manera que les proporcionan mejor visión, protección y comodidad. Estas características las hacen ideales para la mayoría de la gente y no es de extrañar el auge que están teniendo los últimos años.

La práctica de deportes al aire libre, especialmente los que se realizan en el agua, arena o nieve, supone una exposición excesiva al sol y, con ello, a la radiación ultravioleta.

Tanto la luz visible como la ultravioleta pueden ocasionar daño ocular, y éste puede ser minimizado con unas gafas de sol apropiadas. Las lesiones oculares secundarias a la práctica de este deporte pueden deberse a diferentes causas pero las más comúnmente asociadas son secundarias a la exposición a la radiación UV, si no se llevan los mecanismos de protección adecuados como lentes con filtros de absorción.

Aunque cualquier gafa oscura puede ser confortable para el deportista, ante la intensa luz solar debemos asegurarnos de que esas gafas tienen la adecuada protección frente a la luz azul y la radiación UV. Además, debemos saber que las gafas espejadas reflejan la luz, de forma que la nariz deberá ser objeto de una protección especial.

Es conveniente que en deportistas afáquicos, en los que se les haya operado de cataratas, lleven gafas de sol que absorvan el99% de la luz por debajo de 470-500 nm.

Especial mención para los niños que pasan mucho tiempo expuestos al sol ya que su cristalino transmite mayor cantidad de radiación visible de longitud de onda corta y UV. Además, hay que tener en cuenta que el efecto de las radiaciones es acumulativo.

Las gafas de sol para esta disciplina tienen que cumplir las siguientes características:

• Tener una protección a los rayos ultravioleta que sea del 100%.
• Ser lo más oscuras posibles, debido a la alta exposición a rangos de luminosidad elevados.
• Polarizadas.
• Que encajen bien y no se muevan al hacer saltos y tirarse por la arena.

Cuando los jugadores de voley playa utilizan unas gafas de estas características, disfrutan especialmente, ya que se pueden concentrar mucho más en el juego.

Además, al practicarse este deporte en la arena, la cantidad de polvo y partículas de arenilla que pueden saltar a los ojos es elevada, así que las gafas de sol sirven también para proteger a los ojos para que la arena no entre en los mismos.

En definitiva, si en otros deportes el uso de las gafas de sol es recomendable, cuando se trata de voley playa, la recomendación se convierte en una obligación. No se puede jugar al voley playa de manera adecuada sin usar unas gafas de sol que permitan al jugador seguir bien la trayectoria del balón y que al mismo tiempo proteja sus ojos de la intensa luz, de los rayos ultravioletas y de la arena de la playa.

Montura

El material de la montura conviene que sea de un plástico fino, muy ligero y flexible. Hay que tener en cuenta que si son rígidas no se adaptarán bien.

Tanto para voleibol indoor como voley playa, la montura tiene que tener buena sujeción. La montura para voleibol indoor será principalmente de protección, y para voley playa es deportiva con una minicinta trasera de neopreno para favorecer el agarre y con buena ventilación.

–  Minimizar el peso de la montura. La ligereza es un factor decisivo en las gafas de deporte. Cuanto más ligeras menos se notan. El hecho de que sea ligera genera un efecto de máxima comodidad durante el uso.

–  Comodidad y ergonomía. Es conveniente que las gafas sean envolventes y que queden muy bien ajustadas a la curvatura de la cara. Es importante que permitan ajustar el puente nasal a dos o tres tamaños diferentes y que las varillas pueden ser adaptadas a alturas diferentes. Las varillas han de ajustarse perfectamente a la forma de la cabeza y ser funcionales debajo de una gorra o visera. Materiales como el  Grip™ situado en los extremos de las varillas garantiza una buena sujeción.

–  Sudadera. Es interesante que las gafas tengan un recubrimiento en la parte interna del frontal para que la montura quede bien fijada a la cara y no se deslice debido al sudor. Hay sudaderas que tienen unas pequeñas salidas de ventilación para que las lentes no se empañen por el sudor.

–  Máxima protección frente a los rayos solares dañinos. Las gafas de deporte deben proteger contra los rayos UVA, UVB y UVC y también contra el polvo, insectos y otros molestos.

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